**Café, noticias y caos**

Era una mañana tranquila en la oficina de noticias, pero de repente, un fuerte ruido interrumpió el silencio. "¡Oh no! ¡Una fuga de agua!" gritó Clara, la editora del equipo. Todos los periodistas comenzaron a correr, buscando sus computadoras y documentos mientras el agua goteaba del techo.

"¿Qué hacemos ahora?" preguntó Luis, un reportero novato, con una mirada de pánico. "Podemos trabajar en el café de la esquina", sugirió Ana, la reportera estrella. "Necesitamos cubrir las historias de hoy, y el café tiene buena conexión Wi-Fi."

Así que, con las computadoras bajo el brazo, el grupo se trasladó al café. Al llegar, la situación se tornó cómica. Luis confundió a un cliente con un político importante y comenzó a hacerle preguntas sobre su opinión sobre la economía. "Perdón, soy solo un contador", respondió el hombre, riendo.

Mientras tanto, Ana intentaba concentrarse, pero el ruido del café la distraía. "¡Céntrate, Ana! ¡El plazo es en dos horas!" le gritó Clara. "¡Ya sé, pero este latte está delicioso!" contestó Ana, sonriendo.

Finalmente, decidieron hacer una cobertura en vivo desde el café. "¡Bienvenidos a nuestra transmisión especial desde el café!" dijo Clara, tratando de sonar profesional. Para su sorpresa, la audiencia se duplicó. El caos se convirtió en creatividad, y su reportaje se volvió un éxito inesperado.

La mañana caótica terminó con risas y una lección: a veces, el mejor trabajo surge del desorden.